Ahorro brutal en la reforma de los sistemas de calefacción en una vivienda, caso real
Hoy día se tiene algo muy claro, y es que nuestro futuro como humanidad dependerá mucho de la forma en cómo producimos energía. Un ejemplo de ello son los sistemas de calefacción en viviendas y pisos que están en el punto de mira. La energía utilizada debería proceder de un sistema energético confiable, accesible, económico, descarbonizado y mucho más.
Para que esto se cumpla, una de las mejores opciones y soluciones son las energías renovables, las cuales se caracterizan por ser inagotables, limpias, y muy competitivas. Son abundantes, diversas y puedes aprovecharlas en gran manera en cualquier lugar del planeta. Otra de sus características es que no producen gases de efecto invernadero.
Quizás hayas oído hablar de los sistemas de calefacción o refrigeración eficientes como una alternativa a las tradicionales calefacciones de gas natural, estufas de butano o radiadores eléctricos. Pero lo que muchos no conocen es, hasta qué punto puedes ahorrar en la factura de luz mensual y la cantidad de beneficios que generan tanto para ti como para el planeta.
Te lo podría contar como hace la mayoría, pero mejor te lo muestro con el ejemplo de un caso real donde hicimos una reforma a lo bestia que cambió el certificado de eficiencia energética de la vivienda. ¡Date cuenta de lo que esta familia ahorra ahora todos los meses!
Reforma en un sistema de calefacción en una vivienda, caso real
Las reformas en los hogares, sustituyendo los sistemas de calefacción cotidianos por los de energías renovables, se han vuelto cada vez más utilizados. Esto es debido a las grandes ventajas que otorgan, no sólo en parte económica, sino en el consumo, rendimiento y más. Júzgalo tú mismo mediante este ejemplo donde instalamos dos sistemas de calefacción diferentes en una vivienda de 450 m2 en Madrid.
Primera reforma: Suelo radiante + Geotermia
Anteriormente, esta casa contaba con caldera de gasoil y radiadores de toda la vida para calefactar el hogar, los cuales no es necesario decir que eran ineficientes y mucho más costosos de mantener. Por lo que, decidimos hacer un gran cambio y colocar uno de los sistemas de calefacción más eficientes, el suelo radiante.
Este sistema de climatización sirve para que el suelo irradie calor o frío, mediante la circulación de agua caliente o fría por una red de tuberías instalada bajo el pavimento. La termodinámica del suelo radiante que instalamos, en este caso funciona por geotermia, aunque otra opción podría ser la aerotermia.
La energía renovable geotérmica se obtiene del calor que está en la parte interna de la Tierra, se aprovecha este recurso para climatizar las viviendas y los edificios. Esto significa no depender de los combustibles fósiles, y aporta a reducir las emisiones de CO2, causantes del efecto invernadero.
Todo esto se hace utilizando bombas de calor y un intercambiador, en invierno la maquinaria capta el calor del subsuelo y lo transmite a la vivienda, y cuando llega la temporada de verano, absorbe el calor de la casa y la enfría.
Al instalar un sistema como este, la vivienda experimentó una revolución tecnológica. Los sistemas de calefacción por suelo radiante geotérmico son muy demandados debido a su seguridad, gran rendimiento, aporte al medio ambiente, y por supuesto, porque repercute positivamente en la salud y la economía de las personas. Puede que no sean tan baratos de colocar como los tradicionales, pero a medio-largo plazo está más que amortizada la inversión.
Segunda reforma: Sistema Multienergía
A parte de la primera instalación, también colocamos en la vivienda madrileña un sistema multienergía, es decir, un sistema híbrido que fusiona varios tipos de energía, en este caso la energía solar térmica y la fotovoltaica. Otro gran beneficio energético y económico que recibieron.
La energía renovable principal que se utiliza en el sistema híbrido es la energía solar térmica o termosolar, que consiste en absorber la luz del sol para generar calor. Es decir que, esta energía se obtiene por medio de las radiaciones solares, calor o rayos ultravioletas, los cuales son captados por las fotorreceptores de las placas solares.
Este tipo de energía limpia, natural y renovable produce agua caliente para los diferentes usos y aplicaciones dentro del hogar o establecimiento. Como, por ejemplo, el calentamiento del agua de las piscinas, la calefacción de los espacios y la producción de agua caliente industrial o sanitaria.
Además, el sistema funciona gracias a otra fuente energética, que en este caso es la energía fotovoltaica. La cual consiste en un proceso fotoeléctrico, donde las células fotovoltaicas absorben las partículas lumínicas del sol, los fotones, y la transforman en corriente eléctrica para abastecer las necesidades cotidianas, por ejemplo, para los electrodomésticos, el televisor, los aires acondicionados, las luces y cualquier cosa que requiera electricidad.
Te acabo de hablar de dos energías solares distintas, térmica y fotovoltaica, y aunque ambas usan los paneles solares para captar la energía, se diferencia en que la energía solar fotovoltaica convierte directamente los rayos del sol en electricidad. Mientras que la energía térmica, sólo sirve como calentador de agua.
¿Y qué pasa si está nublado o hay un corte de luz? Pues ahí tienes otras de las ventajas, el sistema dispone de un acumulador para reservar la energía y usarla en estos casos.
Entonces, ¿cuál es el ahorro real de estos sistemas de calefacción de alto rendimiento?
Pues bien, esta es la reforma energética que aplicamos, la cual desde el primer segundo de su instalación comenzó a generar un ahorro energético y económico considerable para esta familia de Madrid, que está reduciendo cada mes un 70% de gastos respecto a los antiguos sistemas de calefacción que tenían.
Esta familia que ahora disfruta del confort de la calefacción y el aire acondicionado saludables todo el año, gastando muchos menos mensualmente y respetando al medioambiente, podría ser la tuya. En Energeo te esperamos para resolver tus dudas y ayudarte a mejorar tu situación.